24 enero 2008

Buhoneros de Catia siguen en las calles

Caracas, Venezuela

Los vendedores informales del sureste de la ciudad aún permanecen en las principales calles de Catia y Los Magallanes de Catia, aun cuando el alcalde del Municipio Libertador, Freddy Bernal, aseguró que los reubicaría en tres mercados principales: Quinta Crespo, San Martín y Manuelita Sáenz, localizado en Sabana Grande.

Aun cuando el boulevard está despejado, en la calle Colombia, la calle Argentina y la avenida principal de Los Magallanes de Catia los buhoneros aún están instalados. Algunos de ellos, eliminaron las mesas y los toldos y colocaron sus productos en sábanas y bolsas de plásticos en las aceras. “Yo pensaba que la decisión de Bernal les caía a todos, pero veo que no. Aquí el desorden y la basura siguen igual”, comentó Gustavo Pacheco, residente del barrio El Cuartel.

Los vecinos del sector aseguraron que esperan una respuesta del alcalde y apoyaron la protesta que organizaron habitantes de La Candelaria y Sabana Grande en contra de la economía informal. “Aquí debemos unirnos y manifestar como lo han hecho muchos caraqueños”, enfatizó Pacheco.

Por su parte, Reyna Mendoza, quien tiene más de 5 años vendiendo bisutería en la avenida principal de Los Magallanes, asegura que lucharán por sus derechos. “DE aquí no nos vamos hasta que nos den un lugar seguro para trabajar”, explicó.

Adriana Romero Puche
Caracas, 23 de enero de 2008

Casco histórico de Caracas está despejado de trabajadores informales

Caracas, Venezuela

El alcalde del Municipio Libertador, Freddy Bernal, aseguró, en declaraciones emitidas a los principales medios venezolanos, que el plan de reubicación de los vendedores informales ya está listo. “Los buhoneros no volverán a las calles”, explicó como respuesta a las medidas de desalojo y represión que realizó la alcaldía el pasado 1º de enero.

Pero para algunos, quizá, el beneficio más significativo es la recuperación de los espacios públicos, especialmente de los lugares históricos. “Yo tengo años sin ir a la Casa del Libertador. Mi nieta menor ni la conoce… Creo que ahora sí podré llevarla”, comentó Edgardo Medina, ex jubilado del Consejo Nacional Electoral.
Silfredo Zambrano, presidente de la Corporación de Servicios Municipales de la Alcaldía de Caracas, informó que además del casco histórico, serán recuperadas las Torres del Centro Simón Bolívar, como parte del rescate de la ciudad. "El centro de Caracas va a tener otra cara y que va en beneficio, no sólo de los amigos de la economía informal, sino de cada uno de los ciudadanos que tienen derecho de disfrutar y que se les garantice seguridad, esa es la intención", aseguró en declaración a la cadena Unión Radio.

Adriana Romero Puche
Caracas, 23 de enero de 2008


Desalojo de los vendedores informales de la Plaza Caracas. Primeros días de enero de 2008

Vendedores informales de Petare serán reubicados

Caracas, Venezuela

Sara Reyes, habitante del barrio José Félix Ribas, está tranquila. Recordó que hace un año atrás, transitaba por Petare con temor cuando tenía que visitar a su hermana. “Para poder agarrar el autobús hasta La Bombilla me tocaba caminar hasta el terminal. Y a eso, sí que le tenía miedo. Ese trayecto era feísimo y peligroso: buhoneros, ladrones, gente apurada… En cualquier momento, si te descuidabas, te robaban. Ahora todo está tan bonito, tan despejado”, explicó.
Petare, bastión de los trabajadores informales, de los ladrones y de la basura, tiene desde los primeros días de enero un nuevo rostro: no está repleta ni de tarantines, ni de basura. El alcalde del Municipio Sucre, José Vicente Rangel Ávalos, desalojó 3.000 vendedores ambulantes y prometió reubicarlos en el mercado “Gloria al bravo pueblo”, ubicado frente al hospital Pérez de León.
Sin embargo, y a pesar de la tranquilidad entre los transeúntes, muchos trabajadores informales tienen temor a perder sus trabajos: el mercado estará listo para mediados de febrero pero sólo albergará a 800 vendedores. “Yo no estoy en contra del desalojo, pero me pregunto, en dónde nos meterán a todos. Porque ese segurito se convierte en un batalla campal”, aseguró Iris López, quien vende ropa interior en las adyacencias de la estación del metro de Petare.
Rangel Àvalos no ha dado una respuesta al respecto. En declaraciones ofrecidas al diario El Universal, señaló que durante las próximas semanas se prevé el frisado y la pintura de los locales. El cableado, los pasillos y el resto de los servicios que ofrecerá esta nueva estructura están bastante adelantados.

Adriana Romero Puche
Caracas, 23 de enero de 2008

08 noviembre 2007

Trabajadores informales de Catia acaparan leche

Caracas, Venezuela

Desde el pasado mes de septiembre, en los anaqueles de supermercados, bodegas y mercados de alimentos gubernamentales (Mercal) del oeste de la ciudad capital la leche ha desaparecido. Representantes del Ministerio de Alimentación aseguran que la falla en el suminstro de este producto y de otros, como el aceite vegetal, los granos y el arroz, se debe problemas técnicos de distribución. No obstante, los habitantes de la populosa barriada Los Magallanes de Catia aseguran que los trabajores informales de ese sector han acaparado decenas de cajas de leche.

Josefina Carreño, madre soltera y residente del barrio El Cuartel, no sabe en dónde conseguir leche. "Estoy desesperada. Tengo dos niños chiquitos y ya no sé que darles. No pueden estar comiendo todos los días arepa", relata con angustia. Josefina es tan sólo una de las más de miles afectadas por el desasbastecimiento del rubro. "Cuando consigo leche he hecho cola durante media hora para comprar solamente un litro, y de una marca desconocida", explica.

Carreño y otras dos vecinas del sector aseguran que a pesar de la desaparición de la leche en supermercados, los vendedores informales o buhoneros aledaños a las calles principales de Los Magallanes, han acaparado litros de leche. "De repente, estás caminando y volteas porque justo en la cera de enfrente está un gentío encima de un tarantín. Te acercas y veas la buhonero despachando un litro de leche a 4 mil bolívares", explica Esperanza Avendaño, ex trabajadora del la Dirección de Extrajería (antiguas DIEX, hoy ONIDEX), quien tiene pensado realizar en las próximos días una denuncia formal en el Instituto para la Defensa y Dducación del Consumidor y del Usuario (Indecu)

El Ministerio de Alimentación, a través del Indecu, prevé regularizar el desbastecimiento durante los próximos dos meses del año y tiene planificado distribuir leche gratuita en las zonas populares de Caracas y el interior del país que han registrado más fallas en la distribución de alimentos esenciales en la cadena alimentaria.


Adriana Romero Puche
Caracas, 8 de noviembre de 2007


Para mayor información, ingrese a las siguinetes páginas:

30 enero 2006

Creatividad al máximo

Para poder vivir, los vendedores informales apelan a la creatividad y a las circunstancias que rodean la vida social del venezolano. Gorras proselitistas, DVD´s pirateados y servicios de llamadas son algunas de las mercancías que se pueden adquirir, casi, en cualquier lugar de la Gran Caracas.

Si se realiza una observación cautelosa por los lugares más concurridos de Caracas, por el centro y el oeste de la ciudad, se puede llegar a una conclusión ineludible: hay buhoneros en todos lados que venden, casi todo y sino todo, lo que a usted se le pudiera ocurrir. Desde chaquetas, zapatos, jeans, películas, videojuegos y pare de contar.

“Si no salimos a la calle a ganarnos nuestra comida, ¿quién carrizo no las da? Tenemos que inventarnos una pa´ poder ganar y seguir la vida”, asevera con entusiasmo, Luis Hereira, comerciante de bisutería, que se negó a que le tomaran una foto por precaución. “Yo no tengo nada en contra de ustedes, pero quién quita y estás fotos pasan pa´ la Alcaldía y me quitan mi negocio”.

Así es el día a día de muchos vendedores de la calle. No obstante, siempre hay un lado positivo de esta problemática. Si por algo se caracterizan los buhoneros es por su creatividad.

Durante las marchas del 2003, estos comerciantes tuvieron la oportunidad de obtener una ganancia que no se esperaban. “Mira chama, yo vendí gorras pa´ la gente de la oposición, pa´ los chavistas. Cuando uno está en un peo como el de ese año tiene que inventar más y no pararle a la política”, afirmó Hereira.

Asimismo, si se hace revista del último Foro Social Mundial —con sede en Venezuela— se podrá observar la cantidad de mercancía, apropiada al evento ideológico. Con el slogan: Compra-triota, los comerciantes de la calle vendieron “El Chavecito” —muñeco con la figura del Presidente Hugo Chávez y un botón que repite un discurso con su voz—, los relojes pulseras, boinas rojas, afiches y fotografías de los mandatarios Fidel Castro, Hugo Chávez y Evo Morales, entre otras cosas.

Como asevera Gabriela Rojas en el reportaje, del Últimas Noticias, Cinco días de discusión, rumba e improvisación en Caracas: “El capitalismo se anota un punto con el inagotable sentido de la oportunidad de los vendedores informales que más allá del Foro encuentran un espacio jugoso con mucha mercancía y nuevos compradores”.

Breve informe especial: la informalidad en América Latina

Según el último informe de la OIT, la informalidad reina en América Latina, a pesar del crecimiento económico y laboral.



Aunque las cifras del informe del 2005 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revelan que en América Latina se ha alcanzado un considerable crecimiento económico, la opción de trabajo más reiterativa es la informal. El desempleo sigue en ascenso: más de 18 millones de personas en capacidad de trabajar están desocupados.

Los mayores porcentajes de ocupados en el sector informal se presentaron en Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú, con cerca de 60%; y los de menor porcentaje en Costa Rica (41,8%), Panamá (41,6%) y Uruguay (37,7%).

Para mayor información acceda al siguiente link: http://www.ilo.org/

El barrio como hecho socio-físico

Durante el primer módulo del taller La cultura del barrio Pedro Trigo, s. j. hizo especial énfasis en la importancia de la cultura del barrio, valga la redundancia.
“La gente del barrio es la que hace de la necesidad una virtud; la gente del barrio son quienes están codificando lo no codificado; están haciendo cultura”.


El primer módulo del taller—El barrio como hecho socio-físico—estuvo a cargo del padre Pedro Trigo, reconocido por su ardua labor social en varias comunidades populares de Caracas.

El tema discutido giró alrededor de varios tópicos desarrollados en el libro del padre Trigo, que lleva por nombre La cultura del barrio, a saber: la incultura de los barrios (opinión vigente), la novedad histórica de los barrios, las fuentes de la cultura suburbana y las manifestaciones de la cultura del barrio.

No obstante, estos tópicos están enmarcados dentro una serie de proposiciones que permiten comprender que detrás de todos y cada uno de los barrios de Caracas “existe un mundo con una calidad humana increíble”, según reiteró el jesuita.

La diferencia entre las culturas tradicionales venezolanas y la cultura suburbana es que la segunda hace cultura y la primera tan sólo mantiene el statuo quo. En palabras del padre, mientras las culturas tradicionales recodifican lo codificado; la cultura suburbana, específicamente, la cultura del barrio codifica lo no codificado.

“La única novedad antropológica del mundo está pasando aquí y ahora y tenemos que aceptarla: el abandono de los barrios por parte de las grandes ciudades es lo que hace que la gente de los barrios sea cualitativamente humana. Quienes de verdad, verdad están haciendo cultura es esa gente”.

Parafraseando, como la gente de esas comunidades no pueden seguir las normas y valores del campo —de donde la mayoría viene— y tampoco se rigen —porque son excluidos— por las normas institucionales de las ciudades tienen que inventar, crear y organizar su propios valores, sus propios roles, sus propias normas. He allí la dignidad humana, la calidad que en muchos lugares del mundo —ni siquiera en los lugares más propicios para el desarrollo intelectual y social—no existe.

Centro de Barrios COMUNITAS

La buhonería es más que el resultado de una crisis social; es un problema estructural de distintas aristas, que tiene como origen la cultura del barrio. Por ello, el Centro de Barrios COMUNITAS, perteneciente a la Fundación Centro Gumilla, se ha encargado de dirigir y articular las fuerzas para el desarrollo de las comunidades populares.

El centro de Barrios COMUNITAS tiene como objetivo principal dirigir las fuerzas para la creación de oportunidades que promuevan el desarrollo de las capacidades de los sectores populares. Por ello, ha establecido vínculos de confianza con las comunidades, ha promovido la acción conjunta y ha estado construyendo conocimientos con la gente más desfavorecida.

En concordancia con lo anterior, ofrece asesorías y consultorías para las mismas comunidades, profesionales e instituciones públicas y privadas en las siguientes áreas: liderazgo, diseño, gestión y ejecución de proyectos sociales, manejo del marco jurídico para la gestión del trabajo comunitario, entre otras.

29 enero 2006

Catia: un mundo intransitable

Solamente los miércoles y, durante las primeras horas de la mañana, se puede caminar y transitar por Catia y sus alrededores; el resto de la semana Catia es, según sus habitantes y visitantes, un mundo intransitable.




Realmente es increíble acercarse a Catia, o a la estación del metro Plaza Sucre y ver la cantidad de tarantines, de música de basura que reina en las cercanías al Boulevard de Pérez Bonalde.

Los transeúntes tienen que hacer malabarismos para poder pasar de una cera a otra, de una calle a otra, porque si por casualidad se tropiezan con alguna mercancía de los buhoneros se “arma la de San Quintín”. “Que va…Cuando es quincena o diciembre es casi imposible caminar. La otra vez intentado pasar a una señora que estaba atravesada hablando con una buhonera, tumbé sin querer unos zarcillos y de bromita no me comen los buhoneros…casi de arma la de San Quíntin”, señala María González, residente de la zona.

Como registra la reportera del Tal Cual, Jennifer Santana, en el reportaje Las calles de los informales, la Avenida Sucre, el Boulevard Pérez Bonalde y sus calles paralelas, Colombia y Argentina, conforman el entorno donde se ve mayor cantidad de tarantines, donde además de comida se vende toda clase de artículos para el hogar.

Darlys Sorrentino, residente de la zona y estudiante de Relaciones Industriales en la UCAB, indica que el problema va más allá de la cantidad de tarantines. “El Boulevard se presta para los atracos y, sobre todo, para el acumulamiento de la basura. Cuando no están ellos, está su basura, es decir, no hay salida”.

Sin embargo, como acota Santana “los vecinos, comerciantes y visitantes de Catia reconocen que los buhoneros son padres y madres de familia que deben trabajar para llevar el sustento diario a sus hogares, pero piden que las autoridades trabajen en su reubicación en especies de mercados o sitios acondicionados para la venta de su mercancía”.

Buhoneros: verdaderos microempresarios

Desde una perspectiva menos valorativa, María Eugenia Boza y Alexandra Ochoa, investigadoras del IESA, afirman que sí existen diferencias entre la palabra buhonero, extraída del Diccionario de la Real Academia Española (RAE) y la palabra buhonero, entendida dentro del ámbito de la economía venezolana.



La palabra buhonero no sirve como definición de la dinámica comercial del vendedor de la calle venezolano. El origen de esta palabra viene de la antigua onomatopeya buff, expresiva de la palabrería del vendedor ambulante para ensalzar su mercancía.

Si se toma en consideración la estructura organizativa de los llamados, despectivamente, buhoneros se podrá comprender que son más que vendedores de mercancías y baratijas; son “microempresarios”, como reiteran constantemente Boza y Ochoa.

La microempresa, según, la definición de las investigadores, es “un ciclo de inversión y riesgo, administración del flujo de caja y atención al cliente”.

Ciertamente, los comerciantes de la calle, aunque no son, en su mayoría especialistas y estudiosos de la economía, en la práctica manejan con responsabilidad su microempresa: tienen sellos de garantía, lista con clientes fijos, descuentos especiales y, por supuesto, siempre están al día.

El comercio en la calle

Una serie de estudios realizados en el IESA por María Eugenia Boza y Alexandra Ochoa ha permitido construir una visión del comercio de la calle dinámica y empresarial.


No hay nada más alejado de la realidad que creer que todos los buhoneros son iguales; que su mundo es extraño, desconocido y desordenado. Más allá de la comida, la ropa, los accesorios y pare usted de contar, existe un verdadero comercio en las calles venezolanas.

Ahora bien, para poder comprender esta dinámica comercial es indispensable partir del tipo de instalaciones de los comerciantes. La pirámide de las instalaciones está conformada de la siguiente manera: en la base están los vendedores ambulantes, luego los que venden en el piso, después los que venden en las mesas y, por último, los que tienen puestos grandes y tienen más oportunidades de llegar a la cúspide: un quiosco.

Los vendedores ambulantes también son llamados “charleros”, porque su negocio consiste en hablar. Sus implementos de trabajo son, básicamente, las manos y la voz. Venden en las autopistas, semáforos y en las calles. Tienen, como señalan con énfasis María Eugenia Boza y Alexandra Ochoa una zona de trabajo, pero no punto de ventas.

Los comerciantes que venden en el piso son los que vende, entre todos, la mercancía más barata: “si el comerciante no tiene para instalarse mejor tampoco tiene para invertir en mercancía”, acotan Boza y Ochoa.

Después está el buhonero con mesa. Este es una etapa importante dentro del comercio en la calle; por ello las investigadoras apuntan: “Unos burros y una tabla hacen una mesa, pero hay un gran camino del piso a la mesa Para tener una mesa hay que tener un espacio propio, lo que implica haber establecido un derecho de uso (…).Es común que, ya en este rango, el comerciante tenga empleados. Se convierte en propietario y se dice microempresario”.

Finalmente, antes de llegar a la cúspide, están los puestos grandes con exhibidores, rejillas y hasta espacio utilizados como probadores. Estos son comercios establecidos. Ya, en la cúspide, están los quioscos, la “tapa del frasco”. Aunque tienen hasta permisos municipales, son todavía parte del comercio en la calle.

Se observa, entonces, que más que un grupo de buhoneros desorganizados, los vendedores de la calle están inmersos en una dinámica económica, que propicia, a largo plazo, un desarrollo económico.

El buhonero y la educación

Tras mesas, toldos, plásticos y mercancías están los más afectados por la informalidad: los jóvenes venezolanos que no han podido terminar los estudios, o que ni siquiera han tenido la oportunidad de ingresar a una institución educativa.


Existe una visión mucho más amplia que traspasa la creencia de muchos sectores de la población acerca de los comerciantes informales. En otras palabras, más allá de que éstos sean vistos como potenciales delincuentes, vagos y drogadictos, muchos jóvenes que están dentro de este mundo económico tienen esperanzas de un futuro mejor.

Un ejemplo de este tipo de jóvenes es Antony, un buhonero que vende DVD “quemados” a la salida de la estación de Metro La California, cerca del Unicentro El Marqués. Aunque al principio estuvo un poco renuente a decir algo más de lo que dice cuando persuade para vender sus películas, afirmó con vehemencia que estaba trabajando así porque quería terminar sus estudios.

“Tengo bastante tiempo vendiendo, pero ahorita que estoy en segundo semestre de Economía en la Central [Universidad Central de Venezuela] voy a trabajar más pa´ pagarme mis estudios”.

Sin embargo, así como existen muchachos como Anthony que están ganándose la vida como buhoneros, también existen jóvenes que no tienen la oportunidad de estudiar o, seguir sus estudios. En este sentido, quienes poseen una de las mejores fuentes para explicar esta problemática son los profesionales del Proyecto Pobreza.

Según, la última presentación dirigida hacia la organización y planificación de políticas públicas, el trabajo informal es un factor que explica la pobreza y la falta de educación de los sectores económicamente inferiores en Venezuela.

Pero, este no es el factor determinante. Para este grupo de investigadores, la pobreza, desde la perspectiva educativa, también es generada por la alta deserción escolar: tan sólo 17% de la población joven se inscriben para estudiar 5º año de Educación Diversificada.

Asimismo, enumeran otras causas. Entre las causas internas que explican el problema de la educación están: el costo de oportunidad (“Más vale la pena que mi hijo trabaje que lo que me cuesta mandarlo a la escuela”), la educación ya no se aprecia como un fin en sí mismo, ni como un vehículo de movilidad social. Entre las externas, destacan: la ineficacia del sistema educativo y de las infraestructuras escolares.

No obstante, por fuera de estas causas, es indispensable valorar a los jóvenes que con empeño buscan salir adelante y generar políticas que aporten soluciones viables a esta problemática.

Para más información sobre el análisis de la educación realizado por el grupo Proyecto Pobreza, dirígase a la siguiente página: http://www.acuerdosocial.com/resources/download/cdt_32.pdf

19 enero 2006

Presentación de Buhonerismo: la otra cara del empleo

A través del siguiente URL usted podrá obtener más información acerca de los objetivos, la tématica y la política de contenido de Buhonerismo: la otra cara del empleo.
http://www.geocities.com/carmencita_maria_1985/t11.pps.

Asimismo, es necesario aclarar que esta presentación tiene derechos reservados, única y exclusivamente, para la autora de la bitácora.

Pero, quien desease utilizarla puede hacerlo sólo si la modifica y hace de estas diapositivas fuentes de un nuevo conocimiento.

Otras fuentes que podrían ser utulizdas para abordar el tema de la buhonería:

www.acuerdosocial.com
http://www.liderazgoyvision.org/sala/buhoneroMayor.htm

05 enero 2006

Buhoneros ocultos

Tras gorras, sombreros, suéteres, chamarras, los buhoneros se esconden. Uno tras otro intento, fallidos todos, y la situación oculta sigue igual.

Así, seguimos en una búsqueda intensiva para poder acercarnos cada día más a un sector de la población venezolana huidizo y escurridizo.

14 diciembre 2005

La economía informal como consecuencia del desempleo y de la legislación laboral

El problema del desempleo en Venezuela ha provocado el desencadenamiento de una crisis socioeconómica que se refleja en una de las modalidades de la economía informal: el buhonerismo.

Según Daniel López, citado por el Ing. Carlos Mora, el buhonerismo “es un tipo de actividad de venta al mayor o al detal de diversos bienes en plena vía pública o en ciertos espacios urbanos destinados a tal fin, tanto de manera ambulante, como establecimientos improvisados, sin el cumplimiento de los requisitos legales que el ejercicio de la actividad comercial requiere de acuerdo a las ordenanzas y leyes municipales, lo cual genera un verdadero problema a las ciudades y al país en general, porque da lugar a un deterioro urbanístico, a una inadecuada organización espacial, deficiente funcionamiento espacial, congestionamiento peatonal y vehicular, efectos ambientales y de salud pública, entre otros efectos”.

No obstante, más allá del problema del desempleo y del buhonerismo, que en sí mismo es un asunto complejo de abordar por los distintos factores que en él influyen, no de puede dejar a una lado lo concerniente a la legislación laboral venezolana que, según el jefe de la Oficina de Asesoría Económica y Financiera de la Asamblea Nacional, Francisco Rodríguez, protegen tan sólo a un grupo relativamente pequeño —30% del sector formal— y desprotege a los que trabajan en el sector informal de la economía.

Según este economista, las regulaciones laborales implementadas en el país, asociadas con la inamovilidad laboral y el hecho de mantener un salario mínimo muy alto con relación al salario promedio no han cumplido con la función de proteger a los trabajadores venezolanos.

Rodríguez, apunta, que su intención no es criticar las políticas oficiales relacionadas con este asunto; afirmó y reiteró la búsqueda de nuevas soluciones a este grave problema.

Por otro lado, el Informe Provea 2004, sobre derechos y hechos en Venezuela, aporta cifras y datos de consideración para comprender algunas de las aristas del problema del desempleo y del sector informal de la economía:

• El desempleo en el 2004 se ubicó en 14, 5% de la población económicamente activa (PEA).
• Afecta en mayor proporción a las mujeres y a los jóvenes.
• El 52,7% de la PEA se ubicó en el sector informal de la economía.
• Se han cerrado 1.811 plantas industriales.
• El salario mínimo, que fue aumentado en abril de 2004 continuó siendo insuficiente para cubrir la canasta básica y la canasta alimentaria.

Sobre el trabajo infantil apunta: “Según Cecodap (buscar fuente en internet), 1.100.000 niños y adolescentes están formando parte de la mano de obra vinculada al sector informal de la economía. A éstos no se les garantiza salario mínimo, ni cumplen un horario diario de seis horas máximo, no tienen cédula de identidad, no poseen carné del consejo de protección y no se les hace examen médico ocupacional”.

Buhoneros: conquistadores y publicistas

Los trabajadores informales de la Gran Caracas están buscando conquistar a sus clientes mediante nuevas recursos publicitarias, que responden a una planificación más estructurada de su trabajo.

Desde hace algún tiempo, dos o tres años aproximadamente, los buhoneros, al igual que las grandes empresas y los pequeños comerciantes formales, han cambiado la estrategia de publicidad para atraer al público, en especial al público joven.

Hoy día no sólo basta tener el mejor producto y ensalzar sus atributos; otras consideraciones han adquirido mayor relevancia. Las necesidades y los deseos de los clientes están por encima del producto.

Por esta razón, los jóvenes, en la actualidad, no se dejan percudir fácilmente. Como señala la periodista Liza López en su reportaje A la pesca de un mercado inquieto: “A estos jóvenes —sobre todo aquellos entre 15 y 24 años— se les bautizó en mercadeo como la generación Y, un grupo bien heterogéneo pero con inquietudes comunes”.

Así, las grandes empresas han roto viejos esquemas para poder atraer a esta generación. Por ejemplo, la marca de cerveza Regional Light después de la campaña “Hacen lo que sea por una Regional Light”, con el trío Sandra, Tanque y Chicho decidió integrar a un cuarto personaje, llamado Cabilla, pero del público. Según señala el gerente de esta marca, Johnny Pollazo, la participación de los jóvenes fue masiva. El casting estaba abarrotado.

Pero, por otro lado, no sólo las grandes compañías se han cambiado sus estrategias publicitarias; los buhoneros también lo han hecho.

Aunque la diferencia entre lo que vende un trabajador informal y lo que vende otro, hoy día, no es tan evidente debido a la proliferación de más y más buhoneros, muchos de ellos se han esforzado por marcar la diferencia. El mensaje sigue siendo el mismo, pero lo que ha cambiado es el manejo gráfico.

En este sentido, los vendedores ambulantes de perros calientes saben como pueden diferenciarse y con quien pueden contar. Si se hace una revista de los “perreros” de Plaza Venezuela se puede observar como cada uno de ellos tiene una característica en particular: el color de las mesas, la música que colocan, la distribución de los elementos de las mesas y, sobre todo, los afiches o carteles de ventas.

Estos afiches se caracterizan por tener letras llamativas, figuras atractivas e impactantes, así como destacan el nombre de los distintos tipos de perros, hamburguesas, entre otros.

Sin embargo, la labor publicitaria no es sólo del buhonero que vende perros, otro tipo de comerciante informal se ha encargado se contribuir en esta labor: los buhoneros publicistas.

Varias personas, en La Gran Caracas, se han dedicado a expresar en papel las ideas de sus clientes, entre ellos se encuentra Iván Guadarrama, quien se ha convertido en publicista imbatible de la economía informal.

“Me di cuenta de que los vendedores de empanadas escribían sus precios de una forma muy rústica y que no existía una cultura de publicidad, así que yo empecé a ofrecer avisos hechos con cartulina y pincel. La gente come con los letreros publicitarios y originales… Lo que me diferenciaba del resto era que yo colocaba mi nombre y mi número de teléfono. A los tres meses alguien me llamó para hacer un cartel y así empecé”, cuenta.

Asimismo, afirma: “Mi trabajo incluye, además de los diseños, estrategias de los mercados para los buhoneros. Ellos saben que donde hay un letrero la gente llamativo, la gente se para”.
Tanto ha prosperado su negocio que hoy día tiene un pequeño taller, llamado Publipop, en el edifico Urdaneta. Allí pasa haciendo sus creaciones secretas, “pues hay muchos copiones”.
Aunque ha intentado vender su producto a algunas tiendas, el rechazo ha sido total, porque lo califican por tener un estilo buhonero.

A pesar de eso, Guadarrama no se rinde. Sigue con su negocio y con sus “técnicas de explosión visual” que se asemejan a los comics.

Buhonería organizada

Luego de quejas, demandas en los tribunales y disputas, los buhoneros de varias zonas del país han decidido organizarse para evitar futuros conflictos.

Los vendedores informales o, como también se les conoce, buhonero, de varias ciudades de Venezuela, se han organizando con la finalidad de tratar de afrontar, legalmente, los problemas que pudieran presentarse con la ciudadanía, con la policía y demás agentes de seguridad.

Un asunto considerablemente complejo de abordar es la buhonería, sin embargo, sí hay algo que se puede apuntar sobre este tema, con relación a Venezuela. Para julio de 2003, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), un 53, 7% de la población económicamente activa estaba conformado por los trabajadores del sector informal de la economía.

Estas cifras en la actualidad han variado y, por esta razón, cada vez se hace más complejo contabilizar al número de trabajadores informales.

Asimismo, existen otros dos aspectos que son inherentes a la buhonería venezolana, a saber: la descomposición de la economía de los últimos años y la incomodidad que generan las ventas en la calle, para los vecinos de las zonas aledañas, para los comerciantes legales y para la ciudadanía en general.

Muchas son las quejas que se escuchan a los transeúntes. Esperanza Avendaño, jubilada de la Dirección de Extranjería venezolana (DIEX), se queja constantemente cuando tiene que acercarse a esta sede de trabajo: “Es imposible caminar… los buhoneros se agarraron todita la acera para ellos y se les reclamas algo te insultan y te humillan”.

Parecidas a estas quejas son las que se escuchan a los ciudadanos que son afectados directamente por la buhonería. Diana García —vive en la Esquina Balconcito de la Avenida Baralt, en el centro de Caracas— todos los días tiene que “lidiar” para salir de su edificio. “Que va, casi todos los días cuando voy a salir para la universidad tengo que lidiar con los buhoneros, tan es así que una vez hasta un empujón me dieron. Ya me quejé a la policía y nada”.

No obstante, muchos vendedores informales en miras de esta situación y de otras como el hampa, el hostigamiento policial y la competencia han decidido organizarse de distintas maneras.

La Cooperativa Los Procedes de Bolívar 141, RL, del Estado Bolívar, se constituyó como una empresa social no lucrativa, en proceso de constitución ante la Superintendencia Nacional de Cooperativas de Venezuela (Ceconave). Está integrada por trabajadores de la economía informal y tiene la intención de convertirse en un camino para la comercialización de productos de una manera organizada y eficaz.

Igualmente, en la zona metropolitana de Caracas, algunos buhoneros de La Candelaria en busca de resolver el problema legal con las autoridades se han unido para formar un sindicato. Así, el Sindicato de Trabajadores No Dependientes de la parroquia La Candelaria (Sutrandeca),desde el 2001, agrupa a 183 comerciantes. Sin embargo, dado el crecimiento que se buhoneros que se observa en ese sector de la Gran Caracas, un grupo de estos 183 comerciantes se ha quejado ante las autoridades de la Alcaldía de Caracas por el alto número de trabajadores ilegales que están comenzando a laboral ilegalmente. Asimismo, apuntan al recrudecimiento de la violencia y de la inseguridad en las calles.

Otro grupo de buhoneros de la zona metropolitana, apelando al derecho pautado en la Constitución sobre la libre organización de sindicatos, se ha afiliado a la Federación Única de Trabajadores No Dependientes (Futrand). Según la presidenta de la federación, Aída Martínez, el argumento que dio origen a tal organización fue la necesidad de planificar unas pautas para evitar confrontarse con las autoridades. “Como padres de familias queremos ganarnos con honestidad el pan de cada día, sin la necesidad de confrontarnos con las autoridades”.

Por tal razón, a mediados de enero de este año, Futrand le entregó al Alcalde del municipio Libertador, Freddy Bernal, un proyecto de ordenanza en el que destacan algunas observaciones y peticiones, entre las que destaca la posibilidad de pagarle a los municipios una unidad tributaria por concepto de impuesto. Asimismo, acordaron respetar las zonas cercanas a los bancos y a las entradas y salidas del Metro.